¿Qué es un Bugre?

El bugre es como se llama al bogavante en Asturias

La hembra es más apreciada que el macho y el tiempo de cocción es el responsable de la calidad final. El bogavante es, desde el punto de vista gastronómico toda una joya marina. La cabeza esconde su parte más preciada y el salpicón es su mejor condimento. 

Es el bogavante Homarus gammarus, crustáceo al que, además, se le conoce como lubrigante (frecuente denominación en Galicia) o bugre (en Asturias, donde también se habla del bogavuelo, un bogavante con un tamaño casi XXL). Frente a la famosa langosta, pariente muy cercano, tiene menor tamaño y, para muchos, más sabor.

 

Habitante de fondos de roca y arena, a entre dos y 50 metros de profundidad, su base de alimentación suma, en todo caso, calamares, sepias y pulpos con pequeños moluscos y peces. Tienen fama de ser animales nocturnos agresivos y solitarios, con un peso que varía de los 300 gramos a los cuatro o cinco kilos. Desde el punto de vista gastronómico es toda una joya marina, por su sabor a mar y el contraste de texturas de sus diferentes zonas carnosas. Principalmente en su cabeza, esconde la parte más preciada, el coral y sabrosa carne rojiza (con una parte más crujiente que el cuerpo de color blanco y otra más cremosa). La mezcla de sus diferentes partes (a veces, con algún otro marisco) da lugar al salpicón, todo un hit de la cocina con marisco, basado en una receta en frío, cuyo origen fue el aprovechamiento de las sobras marinas. Su frecuente aderezo es una vinagreta y, muchas veces, cebolla o huevo duro y no tantas pimiento. 

¿Es saludable?

Aparte de sabor y posibilidades gastronómicas, el bogavante es muy interesante desde el punto de vista nutricional. Así, este crustáceo tiene alto contenido en vitamina A, lo que favorece la vista, y casi todas las del grupo B, que resultan clave para el metabolismo de la proteína; sobre todo, B3, atractiva para los deportistas; y B12, que contribuye a la generación de glóbulos rojos y al mantenimiento del sistema nervioso central. Su poderío nutricional se parece al del besugo, al tener potasio, magnesio y fósforo, que, respectivamente, favorecen el tono muscular, el sistema inmunitario y los huesos, respectivamente. Y, a su favor, el bogavante tiene muy poca grasa y unas 86 calorías.

Pero también presenta algún hándicap. "Tiene un pequeño problema: su gran cantidad de sal por el alto contenido en sodio y, por eso, hay que tener cuidado si se tiene la tensión alta".